El fundador de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fue un innovador en su tiempo, a nivel asistencial pero también a nivel de organización: separando a los enfermos por dolencias y atendiéndoles de manera integral y con una visión humanizada de los cuidados, centrando sus acciones con una visión integral sin olvidar que tras la enfermedad hay una persona.

En 1886 fue proclamado Patrono de los Hospitales y de los Enfermos. En 1930, Patrón de los Enfermeros y de sus Asociaciones.